Las hemotoxinas, haemotoxinas o hematotoxinas son toxinas que destruyen glóbulos rojos de la sangre (es decir, producen hemólisis), interrupción del flujo sanguíneo por coagulación, y/o producen degeneración de órganos y daño generalizado en los tejidos.
Las heridas de un agente hemotóxico son, a menudo, dolorosas y pueden causar un daño permanente.
Los venenos de animales contienen enzimas y otras proteínas que son hemotóxicas o neurotóxicas u ocasionalmente tienen ambos (como en la serpiente de cascabel del Mojave y especies similares).
El veneno destruye las proteínas en la región de la mordida, haciendo a la presa más fácilmente digerible.
[1] El proceso por el cual una hemotoxina produce la muerte es mucho más lento que el de una neurotoxina.