A los 16 años Al Hedí Al Baccouche estableció en su escuela una célula para el partido nueva constitución y se convirtió en un instigador contra el dominio francés, en el año 1952 fue encarcelado por un tiempo determinado y después de su liberación se dirigió hacia Francia.
Esta admiración hacia su figura habría de mantenerla incluso al acentuarse las tensiones entre Burguiba y el politburó del partido, encabezado por Salah Ben Youssef, que acabó por producir una enorme fisura en el movimiento nacionalista.
Y luego se convirtió en el director ejecutivo de la oficina nacional y después en asesor del gabinete del primer ministro Hedí Nouira.
En 1960, Al-Baccouche se desempeñó como funcionario del partido en Sousa con Abd al-Majid Rizkallah, y alcanzó el cargo de subdirector en 1961, hasta convertirse finalmente en director del partido.
La independencia llegó en forma de estado soberano, y adentró a Túnez en la modernidad.
“Para Baccouche, su salida del ministerio representaba un fracaso añadido a otros anteriores que desacreditaban su compromiso político, como lo fueron sus apuestas por la experiencia socialista de Ben Salah, o por la apertura de Hédi Nouira, que nunca pudo llevar a término.”[15] Así lo narra Baccouche: «Pensé que asociándome al cambio del 7 de noviembre me valdría de los medios para compensar los fracasos pasados, abrir perspectivas movilizadoras para la juventud, asumir nuestros logros por insuficientes que fuesen, mejorarlos y realizar mis grandes ambiciones para el país, pero no ha sido posible y con mi partida del gobierno, recreo un nuevo y último fracaso.
[15][16] En 2018 publicó el libro En toute Franchise Témoignage d´un militant pour l´indépendance et le développement de la Tunisie.
Este libro se divide en cuatro partes correspondiendo con el transcurso de la vida del autor.
La primera parte describe su juventud; la segunda relata su vida política bajo el burguibismo; la tercera bajo el poder de Ben Ali y la última narra la nueva etapa del país tras la revolución de 2011.