Al momento de su estreno, Radrigán escribió: «Hechos Consumados no es una obra amable, no puede serlo, pues se trata del problema de un hombre que quiere vivir con dignidad, y ésa es la más dura tarea que se puede imponer una persona».
La película dirigida por Luis R. Vera, fue rodada en 1985 gran parte en un sitio eriazo de calle Padre Hurtado con Bilbao.
Siendo de propiedad privada, el lugar es cuidado por Miguel (José Soza), vigilante constantemente humillado por su patrón y cuya esposa sufre de tuberculosis (Mónica Carrasco).
Es este personaje quien detona el conflicto al tener que echar a la pareja del lugar.
Una obra y un filme que comenzaba a dar cuenta del sistema neoliberal que comenzaba a imperar con fuerza en la sociedad chilena, donde la propiedad privada se pone por encima de cualquier bien común o humano.