Su madre, su hermana o su esposa se paraban en la calle y le pedían a las mujeres que pasaban que contribuyeran con una puntada hasta completar las 1000.La faja tenía por objetivo darle calor al combatiente y a la vez servirle de talismán brindándole protección.[1] El haramaki moderno no tiene mucho en común con sus predecesores que intentaban ser parte de una armadura.El haramaki moderno ha ganado popularidad en la moda en Japón como accesorio y se los confecciona de telas y motivos muy diversos, a efectos de lograr diferentes efectos estéticos.Se le da crédito a Shigesato Itoi y su empresa Hobonichi por haber impulsado su resurgimiento a principios del siglo XXI.
Modelo con vestimenta de hombre usando un haramaki.