Mientras tanto los padres de Keilson (que él había trasladado a Holanda, pero no quisieron esconderse, acaso por estar enfermos) fueron deportados a Auschwitz, fallecieron asesinados en Birkenau; Keilson se torturó por no haber podido salvarlos.
Murió su primera mujer (al final de su vida dijo que le enterrarían a su lado).
[1] En 1970 se casó por segunda vez con la historiadora Marita Lauritz; de la unión nació Bloeme Keilson en 1974.
Sólo tuvo un gran éxito tardío, en los noventa años, con La muerte del adversario, se tradujo a veinte lenguas; desde 1999 volvió a repararse en su obra; gracias a ello, se recuperaron todos sus textos y el editor recogió póstumamente los apuntes biográficos frgamentarios en Ahí está mi casa, iniciados en 1990, que se rematan por una entrevista con el nonagenario escritor.
En 2010, The New York Times, Francine Prose describió a Keilson como "uno de los más grandes escritores mundiales",[4] y fue alabado cuando cumplía 101 años; murió en 2011.