[1] Para llegar a esta conclusión Conzelmann se basa particularmente el pasaje de Lc 16, 16, donde Jesús dice que "la ley y los profetas van hasta Juan, y desde entonces el Reino de Dios es predicado".
Luego, usando la crítica de la narración, analiza cómo Lucas, en 3, 1-13 redacta su fuente (que sería Mc 1, 2-8), y en esto ve confirmada su hipótesis: Lucas busca separar lo más posible a Juan de Jesús, y no menciona la palabra ἀρχή, como Marcos.
Por eso, por ejemplo, habla de la prisión de Juan antes que del bautismo, y también los lugares en los que cada uno se presenta están muy alejados (Juan en el sur, Jesús en el norte).
En efecto, en estos capítulos iniciales Juan es puesto como el inicio de la historia de la salvación, dándole una importancia que, siempre según Conzelmann, Lucas no le hubiese dado.
La principal crítica que se ha movido contra Conzelmann es haber sido demasiado reductivo en la selección de textos.