Las leyes vigentes ya prohíben «la ayuda y el amparo» a los inmigrantes ilegales.
Asimismo, muchas ciudades y condados han adoptado posiciones formales en oposición al proyecto de ley.
Asimismo, muchos ciudadanos se oponen a los inmigrantes ilegales y sus exigencias por amnistía o estatus legal.
El lunes 1 de mayo fue “un día sin inmigrantes”, durante el que los inmigrantes ilegales y quienes los apoyan fueron alentados a abstenerse de comprar lo que fuera y faltar al trabajo o a la escuela.
Su meta era impactar la economía y demostrar a la ciudadanía hasta qué punto depende de la inmigración ilegal.
Marchas tuvieron lugar en Los Ángeles, Nueva York, Chicago e incluso en ciudades menores en Pensilvania, Virginia y Carolina del Norte.
Muchedumbres en Los Ángeles se calcularon alrededor de 600.000 personas para las dos marchas del boicot.