Fue el primer intelectual que denunció la existencia del Gulag.
Su experiencia en el Gulag la relató posteriormente en Un mundo aparte (Londres, 1951).
En marzo de 1942, se unió al ejército del general Anders, donde conoció a los futuros colaboradores de la revista Kultura —Jerzy Giedroyc, Józef Czapski, Zofia y Zygmunt Hertz—.
Participó en la dirección de la revista Kultura junto con Jerzy Giedroyc.
Residió en Nápoles y fue el corresponsal en Italia de la revista Kultura.