Un guillame,[1] garlopa, guimbarda (del francés, guimbarde) o cepillo, es una herramienta manual usada en carpintería, que sirve para cepillar y hacer rebajes, para rectificar listones o tirantes de madera, y para igualar el fondo de un rebajo donde no alcanza el cepillo, labrándolo paralelamente a la cara superior de la pieza.
[2] La garlopa manual consiste en un paralelepípedo rectángulo de madera llamado caja procurando que la altura vaya disminuyendo un poco hacia las extremidades.
En medio de la caja hay una abertura llamada lumbrera, en la cual se colocan el hierro y la cuña.
Arranca virutas más gruesas que la garlopa y sirve para enalbar, es decir, para desbastar o descubrir la superficie de la madera.
Herramienta análoga en su forma a la de carpinteros que emplean los canteros para perfeccionar algunas molduras huecas talladas en las piedras.