La asistencia de dichos clubes con sus cuadros estelares y la seriedad con que afrontaban los clubes mexicanos los duelos (único roce internacional posible para los equipos locales) elevó la popularidad y notoriedad de estas competencias.
[13][14] Además del estadio, buena parte del éxito de la candidatura se debió a la innovadora estrategia de asegurar la transmisión en vivo, vía satélite y a color del futuro mundial, gracias a la alianza con la familia Azcárraga y la empresa Telesistema Mexicano, con quien Cañedo laboraba.
Sumado a sus múltiples actividades, Cañedo sería presidente del comité organizador.
Su trayectoria (vigente hasta 1997 con su muerte) y relevancia en el organismo lo ubicaron en ocasiones como el posible sucesor de Havelange.
En 1998 se le otorgó en forma póstuma la Orden del Mérito de la FIFA.
En 2011 fue incluido en el Salón de la Fama del Fútbol Gracias a sus cercanos vínculos con Emilio Azcárraga Milmo, fue invitado a colaborar en Televicentro (hoy Televisa) donde ocupó una vicepresidencia.