Guerra preventiva

Sin embargo, es práctica antigua que una amenaza inminente que emana de un Estado vecino o de disturbios procedentes de fuerzas enemigas en territorio extranjero pueden justificar ataques preventivos.

Los expertos legales citan por ejemplo el asunto de Carolina de 1837 cuando las fuerzas británicas en Canadá cruzaron la frontera de Estados Unidos y mataron a varios rebeldes canadienses y a un ciudadano estadounidense que preparaba una ofensiva contra los británicos en Canadá.

Ya en el siglo XX, se han atribuido a la Alemania nazi argumentos similares para justificar las invasiones de sus países vecinos que darían origen a la Segunda Guerra Mundial.

Modernamente, la doctrina del expresidente George W. Bush sobre ataques preventivos se refiere a la amenaza potencial causada por "estados delincuentes" con armas de destrucción masiva.

Muchos Estados no apoyan la idea de la guerra preventiva ya que consideran que podría aplicarse arbitrariamente a cualquier amenaza real o imaginaria situada años en el futuro.