Guerra egipcio-otomana (1831-1833)

[1]​ Mehmet Alí planeaba extender sus dominios por el Levante otomano ya en 1812; por entonces, confesó privadamente sus aspiraciones al cónsul británico.[2]​ No obstante, los griegos mantuvieron el hostigamiento guerrillero y, en septiembre de 1827, la opinión pública en Rusia, el Reino Unido y Francia obligó a las potencias a intervenir en favor de los griegos.Sus oficiales contaban además con más experiencia de combate que sus adversarios otomanos y se habían curtido en las principales guerras del momento en el imperio: la que habían librado contra los wahabíes en Arabia y la campaña en Grecia.[7]​ En consecuencia, el sultán reclutó un nuevo ejército de ochenta mil hombres, cuyo mando concedió a Reshid Mehmed Bajá, el gran visir; este ejército era el último intento del soberano para detener el avance de Ibrahim hacia la capital.[7]​ Pese a ello, cuando los ejércitos chocaron el 21 de diciembre, Ibrahim se impuso claramente al gran visir, al que hizo cautivo cuando se perdió en la niebla mientras trataba de sostener su flanco izquierdo, amenazado por los egipcios.[7]​ Aunque Ibrahim tenía expedito el camino a la capital, la crudeza del invierno le obligó a permanecer en Iconio; este retraso le permitió al Gobierno otomano rubricar una alianza con Rusia, cuyas fuerzas se desplegaron por Anatolia y protegieron Constantinopla de los egipcios.
Ibrahim ataca Messolonghi , cuadro de Giuseppe Mazzola en el que muestra un combate entre las fuerzas de Ibrahim y los rebeldes griegos.
El territorio de Mehmet Alí tras el acuerdo de paz con Mahmut II de 1833.