Los clientes internacionales acudían a la boutique de Florencia, que ahora les proporcionaba bolsos, baúles, guantes, zapatos y cinturones.
Los años treinta también vieron a Gucci crear el zapato mocasín con un filete dorado en 1932, y el negocio se expandió con la apertura de una boutique en Roma.
En los años cuarenta, debido a la falta de proveedores extranjeros, Gucci decidió experimentar con diferentes materiales como cáñamo, lino y yute.
Los años cincuenta también vieron otra inspiración ecuestre para la marca con su franja verde-roja-verde creada a partir de una cincha tradicional.
En 1993, Maurizio Gucci se retiró y vendió sus acciones a Investcorp, una multinacional de origen árabe.