La cueva sirvió como lugar funerario, donde se enterraron dos cuerpos, uno de ellos el más antiguo de Aragón, conocido como el «Hombre de Molinos» datado en 25.000 años.
Como resultado de los depósitos minerales continuos transportados por el agua, se recogen gran variedad de formaciones de precipitados de carbonatos como estalactitas, estalagmitas, columnas geológicas, cortinas, cascadas, etc.
[3] Cabe destacar la existencia de una abundante fauna fósil, así como dos enterramientos antrópicos, uno de los cuales corresponde al homínido más antiguo de Aragón.
[2] También se han encontrado otros restos óseos de animales de diferentes épocas.
[2] En el Artículo 1 es posible leer: El monumento natural cuenta además con otras figuras de protección:[1]