Se denomina granizo blando, graupel, granos de hielo, granizo suave, granizo menudo o granizo pequeño, a la precipitación que se forma cuando las gotículas subfundidas de agua en las nubes se condensan en torno a un cristal de hielo, formando así una piedra de escarcha de 5 mm de diámetro o menos.
Estas gotículas, que tienen un diámetro de alrededor de 10 micras, pueden existir en estado líquido a temperaturas tan bajas como −40 °C (−40 °F), muy por debajo del punto de congelación normal.
El contacto entre un cristal de hielo y las gotículas subfundidas da como resultado la congelación de las gotículas sobre la superficie del cristal.
Al final de este proceso la forma hexagonal de los cristales de hielo desaparece y el hidrometeoro adquiere características similares al granizo pero en un tamaño menudo.
El granizo blando suele distinguirse del granizo 'duro' en su resistencia, ya que el granizo ordinario que está constituido en varias capas duras, rebota al chocar contra el suelo, mientras que el granizo blando usualmente no rebota, sino que se deshace al caer; además el granizo ordinario se forma en nubes de tormenta, mientras que el granizo blando por lo general se forma en nubes de llovizna.