Cuando Minnesota se convirtió en un estado, el 11 de mayo de 1858, no había ningún sello oficial del estado y, conforme a la ley, ningún acto oficial podría llevarse a cabo sin él.
En 1983, la legislatura modificó el sello más aún y claramente especificó los detalles con la esperanza de que hubiése una interpretación única y no las grandes variaciones que habían ocurrido en algunas interpretaciones artísticas pasadas.
Hay un gran simbolismo en los elementos del sello: el sol, visible en el horizonte occidental, simboliza las llanuras que cubren gran parte de Minnesota.
El tronco simboliza la importancia de la industria maderera en Minnesota.
La tierra cultivada y el arado simbolizan la importancia de la agricultura en Minnesota.