Gran incendio de Nueva Orleans (1788)

El hecho de que el fuego cayera en esa festividad de Viernes Santo, motivó que los curas se opusieron a utilizar las campanas como alarma contra incendios.[2]​ En unas cinco horas casi toda la ciudad quedó calcinada por el fuego, que fue avivado por el fuerte viento del sureste.El terrible suceso, además de destruir 856 de 1.100 construcciones, prácticamente acabó con los edificios más importante del actual barrio francés, entre ellos la iglesia, edificios municipales, barracones militares, la armería y la cárcel.[1]​ Entre los nuevos edificios estaban los del centro de Nueva Orleans (ahora Jackson Square): la catedral de San Luis, el Cabildo y el Presbiterio.Los incendios del periodo español, y las reconstrucciones en estilo colonial español, supusieron la práctica desaparición de la arquitectura en estilo colonial francés en la ciudad de Nueva Orleans.
Gran Incendio de Nueva Orleans (1788) : el plano muestra las zonas incendiadas detrás de la Plaza de Armas (Jackson Square) hasta la calle Burgundy.