La segunda fase, que se abriría en 2020, permitiría añadir los otros parques temáticos y tener en funcionamiento 32 casinos, mientras se construyen en paralelo el resto de infraestructuras: hoteles, restaurantes y otros servicios.
ILD es la única entidad responsable del diseño y el desarrollo de Gran Scala.
En ningún caso se va a operar casinos, hoteles, restaurantes o parques.
Los promotores aseguran, no obstante, que las garantías medioambientales son una «condición sine qua non», puesto que el desarrollo del proyecto contará con expertos en materia de reciclaje del agua, sistemas de riego eficientes y preservación de suelo, fauna y flora.
El proyecto ha recibido fuertes críticas por algunos sectores de la sociedad y han aparecido movimientos que se oponen al proyecto entre los cuales destaca la «Plataforma Stop Gran Scala» y la coordinadora «Los Monegros no se venden».