Graellsia isabellae

Al nacer son negras, más tarde gris-marrón y terminan siendo de un color predominantemente verde con puntos blancos.Como tantos otros, se denuncia enérgicamente este hecho dado que existen sistemas diferentes para combatir esta plaga como la fumigación en otoño con Bacillus thuringiensis o el empleo de feromonas femeninas específicas para la procesionaria para atraer y eliminar los machos.A pesar de que a prácticamente cada población se le ha atribuido una subespecie, la mayoría de la bibliografía actual (Ylla i Ullastre,[5]​ F. Vidal,[cita requerida] Vives Moreno[cita requerida]) considera esta especie como monotípica e inválidas sus subespecies.Esta mariposa tiene una distribución fragmentada y estaba, cuando era más rara en el siglo XX, amenazada por el interés que los coleccionistas tenían por ella.Es por ello que está totalmente protegido en Francia (huevos, larvas, pupas, adultos, vivos o muertos).[11]​ Hoy en día se conocen poblaciones bastante grandes en los Alpes franceses, y la especie parece menos amenazada que en el pasado, incluso en fuerte expansión.[12]​ Sin embargo, los análisis genéticos publicados en 2016 contradicen esta hipótesis, mostrando que la especie es probablemente autóctona y habría colonizado los Alpes durante el Holoceno al acompañar la expansión de su planta huésped.[12]​ Otro foco alpino en Valais en Suiza, descubierto más recientemente y considerado no nativo, también se está expandiendo.Además está protegida por: En Le Papillon, comedia dramática de Philippe Muyl con Michel Serrault y Claire Bouanich estrenada en 2002, Serrault interpreta a un septuagenario apasionado por las mariposas en busca de una muy particular, la mariposa isabelina.
Hembra de Graellsia isabellae ceballosi
Macho de Graellsia isabellae en el Calar de la Santa (Murcia).
Larva de 2º estadio
Larva de 3º estadio
Larva de 4º estadio
Larva de 5º estadio