La primera vez que Grace Goodhue vio a su futuro marido Calvin Coolidge, fue en 1903, mientras regaba las flores de la Escuela Clarke.
Grace pasaba y miró hacia la ventana abierta de la casa de un hombre llamado Robert N. Weir, donde estaba Calvin en ropa interior y con un sombrero afeitándose frente a un espejo, en cuanto Grace lo vio se echó a reír; al poco tiempo los dos se sintieron atraídos el uno por el otro y comenzaron a salir.
Grace consintió en contraer matrimonio pero su madre Lemira Goodhue se opuso e hizo todo lo posible para posponer la boda.
Más tarde, Lemira insistió en que Grace había sido en gran parte responsable del éxito político de Calvin Coolidge.
Ella trabajó duro, mantuvo las apariencias, participó en todas las actividades que se organizaban durante la presidencia de su marido y los Coolidge eran un matrimonio muy devoto que asistían diariamente a la iglesia.
Después de su muerte, Grace vendió Las Hayas y compró una casa más pequeña.