[1] Así pues, se trataba de «un ritual pesudoreligioso cuya finalidad era despolitizar las grandes decisiones políticas».
La reunión se había convocado para que Hirohito sancionara el plan militar elaborado por los Estados Mayores del Ejército y de la Armada Imperiales en previsión de una posible guerra con Estados Unidos y con Gran Bretaña.
Pero cuando planteó el punto crucial y quiso saber si se daba prioridad a la estrategia o a la diplomacia y no obtuvo respuesta, el emperador tomó la palabra para decir: «La pregunta que el presidente Hara acaba de hacer no puede ser más pertinente.
«Moviéndose cautelosamente entre sus roles divino y terrestre, el emperador escogió limitarse a recitar un poema», concluye.
Pocos días antes Estados Unidos había lanzado una bomba atómica sobre Hiroshima y otra sobre Nagasaki.