Finalmente, el Sultán se convirtió en una posición cada vez más dependiente de Gran Bretaña para su apoyo y asesoramiento.
[5] Gobernó hasta su abdicación en 1932, momento en el cual su hijo mayor, Said bin Taimur, asumió el cargo de Sultán.
Bajo el gobierno del Sultán Said bin Taimur, Omán se volvió cada vez más aislacionista y anacrónico.
Los disturbios internos florecieron como en el caso de la Guerra Jebel Akhdar y la Rebelión Dhofar.
[6] Las Fuerzas Armadas del Sultán o Fuerzas Armadas del Sultanato de Omán (FAS) estaban en general bajo el control de los comandantes británicos, incluidos el coronel Hugh Oldman, que comandaba las tropas del sultán en Muscat, y el brigadier John Graham, que era el comandante general de las Fuerzas Armadas.
Sin embargo, la planificación del golpe había estado en marcha durante varias semanas y las unidades militares lideradas por los británicos estaban en posición de derrocar al sultán.
[10] Las tropas llegaron al palacio de al-Husn en Salalah y no encontraron resistencia.
El resto del golpe fue llevado a cabo predominantemente por tropas árabes para cubrir el alcance de la participación extranjera en la operación.
Durante el golpe, Said bin Taimur le disparó al jeque Braik Al Ghafri, un conspirador golpista e hijo de un prominente gobernador omaní, en el estómago antes de disparar accidentalmente su propio pie mientras armaba su pistola.
[10][11] El golpe terminó cuando Said bin Taimur firmó un documento de abdicación, entregando el control del país a su hijo Qaboos.