Goleta Austral

Construido como ballenero, su casco de roble con doble forro estaba especialmente preparado para la navegación polar.

Considerando demasiado avanzada la temporada estival para una campaña antártica, Saborido solicitó zarpar en sólo dos semanas, el 8 de diciembre, pero debió esperar el arribo de instrumentos meteorológicos adquiridos a esos efectos en Europa.

El comandante Saborido tuvo grandes dificultades para maniobrar entre los témpanos por la débil propulsión del buque, insuficiente para vencer los fuertes vientos de la región que hacían derivar al buque y no permitiendo superar más que en condiciones extraordinarias los cuatro nudos.

En su parte manifestaba que "no han faltado los momentos de ansiedad, por la debilidad del aparato motor, cuya medida creo expresar con claridad diciendo a V.E.

Allí presentó su informe y recomendó un urgente cambio de calderas y máquinas por otras más modernas y potentes, pasando entonces al Taller Naval de Dársena Norte para las modificaciones solicitadas que se dieron por terminadas antes del verano austral, a tiempo para que el buque iniciara la nueva campaña antártica.

Iba también a bordo la comisión científica integrada por William Robert Bruce, Ernesto Miller, Enrique Ferningó, B.Greenvivord y N.Cherkoff.

Una balsa improvisada por el cocinero y el carpintero se hundió, por lo que Celery dispuso que la tripulación al mando del teniente de la Vega abordara los pocos botes mientras él con sus restantes oficiales y la comisión científica, que optó por acompañarlo, se refugiaban en las jarcias en espera de un eventual rescate.

Jean-Baptiste Charcot
Comisión científica, campaña antártica argentina (1905)
Plana mayor de la goleta Austral (1906)
Ilustración del naufragio de la goleta Austral