Todos usaban gasolina y oxígeno líquido como propelentes, inyectados a presión en la cámara de combustión; también disponían de guía por control remoto.
La masa de un cohete a otro podía variar, dado su carácter experimental.
Se construyeron 16 bancos de prueba para los test.
En julio de 1930, las operaciones se trasladaron a Roswell, Nuevo México, bajo el patrocinio de Daniel Guggenheim, permitiendo a Goddard dedicarse totalmente a la cohetería.
Las pruebas comenzaron de nuevo el 23 de octubre.