En la 2.ª etapa en línea, Induráin se hacía con la maglia rosa, tras producirse un corte en los últimos kilómetros.
El último ganador del Giro, Franco Chioccioli, fue el más perjudicado, al perder casi tres minutos y medio en la meta.
En la etapa siguiente, Chioccioli, que se encontraba ya a más de seis minutos del líder, se escaparía junto a Roberto Pagnin y Marco Lietti, consiguiendo reducir en unos dos minutos y medio su desventaja.
Induráin controló la carrera en todo momento, sin dar ni un segundo de ventaja a sus principales rivales.
Así, Induráin se convertía en el primer ciclista español en ganar el Giro de Italia.