Las casas lujosas eran muy espaciosas, especialmente en las ciudades grandes y se dividían en dos partes.El gineceo eran espacios exclusivos destinados a la actividad de las mujeres: esposa, hijas y sirvientas, generalmente ocupaban la parte alta, quedando los pisos bajos para los hombres.Cuando las casas eran construidas con más esplendidez, se reservaba a las mujeres una habitación retirada en el mismo piso que los hombres.[1] El gineceo estaba precedido de un zaguán o peristilo, es decir, un patio de columnas y pórticos, menos en el lado del Mediodía cuya puerta central, adornada con anta, especie de pilastras, daba entrada al pastas, que era un vestíbulo pequeño muy adornado.Alrededor del peristilo había otros aposentos para comer, dormitorios de fámulas, etc.[1] Enciclopedia moderna: diccionario universal.