Fue educada conociendo varios idiomas (ruso, inglés), y siendo niña formó parte del ballet infantil del Opernhaus de Chemnitz.
Obtuvo su primer papel protagonista en 1959 con el film de la DEFA Ehesache Lorenz, trabajando después en cintas como Reportage 57 (1959), Seilergasse 8 (1960) y Die Liebe und der Co-Pilot (1961).
El trabajo de Ahnert como locutora le valió muchos privilegios.
Por ello se la considera como la primera locutora de Cuba.
A finales de la década de 1980 fue a Hamburgo, donde vivían sus padres, siguiéndola poco después su tercer marido, el cámara ayudante Detlev Hertelt.