Desde su infancia, sufrió persistentes problemas en el colegio, lo que provocó su fracaso escolar.
Después de mudarse con sus padres a Ormond Beach, Florida, él estaba cambiando de trabajo, uno tras otro, en su mayoría despedidos por robar dinero o por llegar tarde, iría trabajar con su padre adoptivo en una gasolinera, aunque también trabajó como cocinero y camarero.
Aunque se interesó por las mujeres, todas ellas lo rechazaron por lo que Stano aumentó su resentimiento hacia ellas.
Según comentaba el propio Stano, algunas «se rieron en sus narices».
De todas maneras, ninguna de ellas sufrió abusos sexuales ya que Stano tenía suficiente con el simple acto del asesinato.