Georges Frederic Roskopf

Tras la muerte de su esposa en febrero de 1872, que le afectó profundamente, en 1873 traspasó su negocio a Wille Frères y Ch. Léon Schmid, y decidió retirarse a vivir en Berna, donde murió en 1889.

Aunque inicialmente fue destinado a un público proletario, el reloj paradójicamente también fue adoptado por las clases altas.

[1]​ Roskopf no registró la patente del reloj (debido a que Suiza no contaba con ningún sistema de patentes), por lo que su invento fue copiado habitualmente y vendido bajo marcas tales como «Sistema Roskopf», «J.

[1]​ No se sabe con total certeza cuántos relojes del tipo Roskopf fueron vendidos.

Tras el fallecimiento de Georges Frederic Roskopf, varias empresas pretendían ser sus verdaderas sucesoras, pero eran Wille Frères y su socio quienes tenían los derechos.

Maquinaria de un reloj tipo Roskopf.