Georges de Mestral

Cuando tenía doce años construyó un avión de juguete en madera que más tarde patentó.

Frecuentó la École polytechnique fédérale de Lausanne.

En su tiempo libre le gustaba salir a pasear con su perro por el campo.

Fue ahí donde percibió que las semillas de arrancamoños se enganchaban constantemente a su ropa y al pelo del perro.

Examinando el material a través de un microscopio consiguió distinguir distintos filamentos entrelazados terminados en pequeños ganchos, causando así una gran adherencia a los tejidos.