[3] Si bien su nombre oficial fue Mundialito, sus características, inspiradas en los gauchos argentinos, ocasionó que la gente lo apodára Gauchito.
Sin embargo, funcionarios del interventor militar de Mendoza, Jorge Sixto Fernández, notaron que Gabriel era idéntico a Gauchito y pidieron que interpretara a la mascota oficial del Mundial en el estadio Malvinas Argentinas durante la previa de los partidos“Me dieron la ropa, la pelota oficial, todo el merchandising.
Ante la euforia de los mendocinos que vivían por primera vez un Mundial, Gabriel pisó el césped del recién estrenado Malvinas Argentinas.
Gabriel contó que le pidieron que le entregara la pelota a Jorge Rafael Videla, dictador y presidente de facto de Argentina, quien firmó el balón y se lo devolvió a Gabriel.
Él todavía lo tiene en su casa, pero al verlo otra vez, le despierta cierta tristeza acerca de lo que sucedía detrás de esa distracción que simulaba ser el Mundial ‘78.
"[8] En Países Bajos se realizó un concurso con 10 premios principales, uno de ellos siendo un viaje gratis a Buenos Aires para ver la Final del Mundial, los demás premios consistían en efectivo y el concurso duró 10 semanas con un nuevo premio cada 14 días, al comprar una Coca-Cola, se destapaba y se debía encontrar a un Gauchito, cada uno tenía un número distinto aunque otros Gauchitos no contenían ningún número, había cuatro números para el juego, con las cuatro tapas conseguidas se constituía la siguiente parte del concurso, idear la frase más original posible en una burbuja de texto con la imagen de la mascota.