Se estima que ambas especies divergieron hace unos 1,5 millones de años.
Su plumaje es principalmente pardo grisáceo con un denso veteado variable en la cabeza, cuello y pecho, especialmente en el píleo.
Carece de las manchas blancas que rodean los ojos del charlatán canoro, que además es de un tono más rojizo y con menos veteado.
Suele alimentarse en solitario, en parejas o pequeños brupos buscando insectos y semillas en el sotobosque.
Tiene una población en declive de hasta 10 000 individuos que se clasifica como especie casi amenazada por BirdLife International.