Por norma general, dichas ofertas suelen estar basadas en artículos de stock muy limitados, de forma que la mayor parte de los consumidores que optan por acercarse a la empresa no consiguen encontrar el artículo publicitado como «gancho».
Una vez conseguida la visita del cliente, la empresa suele programar la estrategia de mercadotecnia en torno al producto publicitado, de manera que el consumidor pueda localizar fácilmente alternativas al producto publicitado originalmente.
No obstante, estos productos estratégicamente situados suelen poseer un precio ligeramente más elevado al publicitado, cuya oferta directa no hubiera captado la atención del consumidor de la misma forma que lo hizo el producto «gancho».
Este término también puede aplicar para las «tiendas gancho» o «tiendas ancla»; el efecto es el mismo que con los productos: se genera más tráfico de gente a cierto lugar por visitar una tienda gancho o ancla y otras tiendas pueden aprovecharse de los consumidores en potencia que visitan este lugar.
[1] Una excesiva aplicación de esta estrategia y un infortunio estructural provocaron un importante accidente en una empresa andaluza de mobiliario doméstico.