El juego se pierde si un jugador no tiene más fichas para jugar, y dado que cada jugador comienza con un número determinado de fichas, es evidente que es necesario reciclar las piezas ya colocadas para seguir jugando.
El juego se puede ampliar con piezas adicionales (disponibles por separado) llamadas Potenciales, que permiten realizar diferentes tipos de movimientos.
Solo se puede mover una pieza a la vez, nunca dos o más.
Una vez hecho esto, le corresponde al oponente que ponga en juego su propia pieza-GIPF de manera similar.
Si el punto ya está ocupado, primero debe ser desalojado: la pieza que ocupa ese juego, independientemente de su color, debe ser movida al punto más cercano.
Es una buena idea, cuando aún se está aprendiendo el juego, jugar con 3 o 4 piezas GIPF.
Si decide eliminar una pieza GIPF de la mesa, ya no podrá volver a introducirse como tal, si ya se han introducido piezas individuales.
Las piezas de tu propio color son parte de la reserva, mientras que las piezas del color del oponente se mantienen a un lado y el oponente ya no podrá usarlas.
El juego termina si ocurre una de estas dos situaciones: 1) Captura todas las piezas GIPF del oponente.