Uno de los más destacados se encuentra en Kiama, en Nueva Gales del Sur, Australia.
Designa a las cuevas costeras que tienen unas grietas o agujeros en su parte superior por donde sale un violento chorro de agua “bufando” cuando las olas llenan la cueva de golpe.
[2] Es provocado por el rompimiento de las olas contra una cueva que se encuentra en la parte baja del acantilado, alcanzando una altura de hasta 20 metros.
Es a menudo considerado un géiser marítimo, sin embargo, no se trata de ninguna fuente termal como son los géiseres.
Este fenómeno geológico costero es más precisamente una chimenea natural abierta en el acantilado, comunicada con cuevas marinas.