Fuerte del Cabo Enderrocat

Los terrenos de propiedad militar se sumaron a los expropiados para construir un observatorio lateral del fuego de las baterías inmediatas a la costa en el lado izquierdo.

En 1916 se emite un estudio para la instalación de 4 proyectores eléctricos en San Carlos, Torre d'en Pau y Cabo Enderrocat.

Gracias a la memoria de este presupuesto, sabemos que en esa fecha ya se ha desartillado la batería de 4 cañones tR 15 cm Munaiz-Argüelles, aprovechándose sus salas de repuestos para alojar (una vez rebajado el piso y abiertos vanos) camiones y un coche ligero.

Está excavado directamente en el marés, con espesor en las vueltas que varían entre 1 m en los locales auxiliares y 4 m sobre los recambios de municiones y almacenes de pólvora.

Un generoso talud de tierra incrementa la protección y facilita el camuflaje, la circulación se realiza exclusivamente por caminos cubiertos a la vista de enemigos, y está tan bien disimulado que prácticamente es imposible distinguirlo desde el mar (a principios del siglo XX los aviones no existían).

Para evitar la humedad, estos locales estaban forrados de madera y muy bien ventilados, y para mayor seguridad, iluminados desde los pasillos mediante quinqués a través de tímpanos acristalados.

Justo debajo hay una poterna que permite un acceso discreto al foso.

Como el resto del fuerte, y a pesar de encontrarse al frente menos peligroso (la garganta), la puerta también está en desenfilada y se accede mediante una rampa descendente.