Tras la última renovación urbanística de la plaza en 1987, en la que se restituyó la antigua fuente, fue desmontada y guardada en los almacenes del Ayuntamiento.
En el año 2014 se anunció que la fuente volvería a instalarse, esta vez en la glorieta en la que confluyen la Avenida de Valladolid, el Paseo del Espolón y las calles San Benito y Mosquera de Barnuevo.
Contaba para sus combinaciones con cuatro colores básicos: blanco, amarillo, rojo y azul.
El elemento destacado es el géiser central, que alcanza una elevación de 6 metros.
Para dar mayor realce a la fuente, se han introducido una serie de surtidores parabólicos que vierten el agua desde el estanque hasta la corona superior.