Frédéric Mistral

[1]​ De vuelta a Maillane, Mistral se une al poeta Joseph Roumanille (Roumanilha, en occitano), y ambos se convierten en los artífices del renacimiento de la lengua occitana.Se dedicó a trabajar recopilando desde su masía para redactar un diccionario y textos de canciones.Su obra principal fue Mirèio (Mireia), a la que dedicó ocho años de esfuerzos.En oposición a lo que hubiera sido la ortografía habitual, que debiera haber sido Mirelha, Mistral debe ceder a la imposición de su editor, Roumanille, y optar por una grafía simplificada, que desde entonces se llama "mistraliana", en oposición a la grafía "clásica" heredada de los trovadores.Esta historia es equiparable a la de Romeo y Julieta, aunque la lengua occitana aporta una mayor riqueza al texto al mostrar la fuerza de los sentimientos, sobre todo oralmente con el acento.