[1][2] "Habitualmente se le considera el mejor cirujano general del mundo en la actualidad, pero en momentos de crisis nunca perdió la cabeza ni los nervios", afirmaba el Boston Globe en 1953.
A su regreso del servicio militar, abrió una pequeña consulta en Beacon Street, en Kenmore Square, en Boston, que se convirtió en la clínica Lahey en 1923.
En 1946, Lahey recibió la Medalla Henry Jacob Bigelow de la Boston Surgical Society en reconocimiento a sus logros quirúrgicos.
Massachusetts ha perdido a un ciudadano que aceptó con entusiasmo las amplias responsabilidades de su profesión.
En marzo de 1944, el Dr. Lahey fue llamado a la Casa Blanca para ver al presidente Franklin D. Roosevelt.
Lahey acabó aconsejando a Roosevelt que no se presentara a un cuarto mandato, ya que Roosevelt padecía graves enfermedades, entre ellas posiblemente cáncer y una avanzada enfermedad cardíaca, y expresó serias dudas de que Roosevelt pudiera sobrevivir otros cuatro años en el cargo.