Según Barbero, el fabricante del producto en Italia, el nombre del licor se basa en una leyenda de un ermitaño llamado Fraile Angélico que "creaba recetas de licores únicas y especiales".
Más probablemente el nombre del licor se refiere a un presunto monje de Piamonte que vivió en el siglo XVII.
El ilustre pintor Fray Angélico era de Toscana y no de Piamonte y vivió en el siglo XV, dos siglos antes del legendario ermitaño, supuesto creador del licor.
Fuentes italianas indican: "Il nome deriva infatti dal monaco eremita Fra Angelico, che secondo la leggenda visse sulle colline piemontesi nel XVII secolo".
Efectivamente, el pintor de la Toscana era dominico, y la botella representa a un fraile franciscano.