Francisco de Rois y Mendoza
Adquirió fama como orador sagrado, siendo nombrado por Felipe IV predicador de la Real Capilla.En la diócesis de Badajoz celebró sínodo, promovió el culto litúrgico fomentando especialmente el de los santos relacionados especialmente con la diócesis.El 28 de junio siguiente hizo entrada solemne en la archidiócesis.Trabajó para apaciguar las relaciones entre el Cabildo y la Real Chancillería que desde hacía tiempo venían siendo muy tensas.Falleció en Granada el martes 16 de marzo de 1677 y sus restos fueron depositados en la cripta de la catedral hasta que en 1683, según había dispuesto, se trasladaron al monasterio de Valparaiso a una capilla que había fundado y donde estaban enterrados sus padres y hermanos.