Cursó la escuela primaria en Salto, para luego ir a la ciudad de Buenos Aires a seguir sus estudios en el colegio de Rufino Sánchez y así inicia su adolescencia entre Salto y Buenos Aires.
En esa época se enamoró de su prima hermana Nemesia Sierra, pero sus respectivos padres interrumpieron el romance.
En esa desaparición social ocurrió un cambio que sorprendería a todos, retornó reflexivo, abstraído e interesado en los males de los semejantes.
Un mes antes del deceso predicho por él mismo, dio finalizada la misión que se había impuesto.
No pudo conocer a su única hija, Laura Pía, nacida siete meses más tarde.