Meses después, Ricardo Reyes dejó el movimiento zapatista para apoyar al gobierno de Francisco I. Madero, el cual había sido declarado por los zapatistas como traidores a su ideología.
También asaltó la hacienda de Santa Ana, que estaba bajo la jurisdicción de Acatlán, la cual quemó y ordenó fusilar a sus propietarios, que eran hacendados españoles.
Lucero murió intentando capturar la ciudad, la cual no pudo ser sometida.
Meses antes su hermano, Guadalupe Lucero, había fallecido intentando atacar a la misma población.
[1] A su muerte, su hijo Gregorio Lucero se unió a la lucha zapatista y combatió junto con el general Jesus Chávez.