Francesco Saverio Petagna fue Obispo de Castellamare di Stabia, Italia.
De joven se destacó como estudiante por su notable piedad e inteligencia.
Guio esta diócesis por 28 años, hasta su muerte, distinguiéndose por su doctrina excepcional, su prudencia pastoral y sobre todo por la solicitud amorosa hacia los débiles y lejanos.
Alejado de su sede episcopal por los disturbios de 1860,[2] fue enviado por el Papa a Marsella donde se hizo notar por la predicación continua, la asiduidad al confesionario y la administración del sacramento de la Confirmación.
Finalmente el 14 de diciembre de 1866 pudo regresar a su diócesis, acogido con gran alegría por el clero y los fieles.