Fue profesora del prestigioso Instituto Warburg en la Universidad de Londres.
Esta ensayista e investigadora inglesa ha tenido eco tardío en Europa, acaso por su posición tan discreta y algo marginal, centrado en la indagación.
Destacan especialmente su sobresaliente obra sobre la mnemotecnia renacentista, El arte de la memoria, y sus diversos ensayos sobre Giordano Bruno o sobre John Dee y Shakespeare.
Todo ello, sin olvidar dos monografías de amplio espectro histórico: El iluminismo rosacruz y La filosofía oculta en la época isabelina.
En varios puntos desarrolla indagaciones de D. P. Walker, pero ofrece unas perspectivas inéditas, gracias a su cuidadoso contraste y al análisis de fuentes.