Ella fue el único vástago en sobrevivir a la primera infancia, una hermana, Nellie Augusta, murió antes de su primer cumpleaños.
Él se encariñó con la pequeña, comprándole un carrito de bebé y otros regalos.
La ceremonia consistió en una pequeña reunión a la que asistieron parientes, amigos íntimos, y el gabinete con sus esposas.
Después del matrimonio dejó el servicio a su cuñada para continuar su propio trabajo en la educación.
Organizaba dos recepciones por semana los sábados por la tarde, cuando las mujeres trabajadoras podían asistir pues tenían la entrada gratis.
Posteriormente se convertiría en la única primera dama en presidir dos administraciones no consecutivas hasta ese momento.
Estaba pasando unas vacaciones en San Moritz, Suiza, en agosto de 1914, con sus hijos Marion, Esther y Francis cuando estalló la Primera Guerra Mundial.