Foso de lobo
Un foso de lobo (del latín fossum, excavado)[1] es una construcción tradicional empleada en el medio rural para la caza del lobo o de cualquier otro animal considerado dañino o peligroso.Otra variedad consiste en un recinto murado cerrado situado en terreo elevado en un lugar de paso obligado.En la actualidad son muy difíciles de encontrar porque se encuentran escondidos por la maleza o fueron rellenados para evitar accidentes.Cogen una zona mucho más amplia y así aumentan la posibilidad de atrapar el animal.Consiste en el empleo de cuatro muros que se dirigen al agujero.La variedad de recinto cerrado era llamada couso en Asturias, corral en León y cortello en Zamora.