Mel Hutchins, Larry Foust y Bob Houbregs desquiciaron al pívot local, Neil Johnston, permitiéndole hacer tan sólo 3 lanzamientos a canasta en todo el partido, pero Beck y Paul Arizin pusieron los puntos, mientras que Tom Gola se exhibía en el aspecto defensivo.
El segundo partido trasladó la serie al War Memorial Coliseum de Fort Wayne, donde los Pistons empataron la final gracias a una victoria por un solo punto, 84-83.
Los puntos decisivos los consiguió Yardley con 2 tiros libres a falta de 43 segundos para el final.
La serie regresó a Filadelfia, donde esta vez sí que respondió el público, abarrotando el pabellón con 11.698 espectadores.
Con una ventaja de 3-1, los Warriors se presentaron al quinto partido dispuestos a cerrar la eliminatoria.
Yardley anotó 30 para los Pistons, pero no fue suficiente, acabando el partido 98-88, para dar su segundo campeonato al presidente de los Warriors, Eddie Gottlieb.