Todo el mundo esperaba lo que había sucedido en otras ocasiones, el desplome del equipo en el último periodo, pero lejos de ser así, los Knicks anotaron 30 puntos en ese cuarto, llevándose la victoria por 96-88.
Los Lakers habían perdido la ventaja de cancha, y se presentaron en el segundo partido dispuestos a igualar la eliminatoria.
Pero los Knicks reaccionaron en el tercer cuarto, reduciendo la ventaja hasta llegar un punto arriba al periodo definitivo.
En la siguiente jugada Connie Simmons anotó sus dos tiros libres, e incluso los Knicks tuvieron el balón en los últimos segundos para poder empatar el partido, pero Harry Gallatin falló un gancho, dejando la eliminatoria encarrilada para los Lakers.
Pero todo lo que hicieron los Knicks a partir de ese momento fue en balde, los Lakers se limitaron a anotar los tiros libres producto de las faltas, acabando el partido con 91-84, que le daban el cuarto título al equipo.