Títulos y apelativos de la monarquía francesa

A partir del siglo XVI, se multiplican y sobre todo se sistematizan los títulos de los príncipes conforme su cercanía al rey.De forma que comienzan en las actas y escrituras oficiales largos títulos, como por ejemplo Felipe el Bueno era nombrado en estas como: Muy elevado, muy poderoso, muy excelente y muy magnánimo príncipe monseñor Felipe, duque de Borgoña...Los apelativos son utilizados de forma corriente y que llegan en ocasiones a incluirse en todas las esferas de la vida, salvo en escrituras o documentos públicos donde se refleja al completo el título del príncipe o princesa.Se aplicaban estos apelativos tanto a los miembros estrictos de la Familia Real, como a los llamados "príncipes de sangre" (princes du sang).En cuanto a las menciones hechas a la sucesión al trono, la Corona francesa se trasmite únicamente de varón en varón, habido de forma legítima.